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Control

Feeling, Sentimiento, Sin categorizar

Cariño, Control, Miedo, Peligro

El no tener las situaciones bajo control, reconozco que me llena de pánico. Ver como el agua se escapa entre mis manos, ataca mi consciencia. No es fácil controlar el miedo, yo no soy capaz de domarlo…es como ese magnífico caballo andaluz, puro caballo español – pura raza española, que cabalga de manera majestuosa mostrando su altivez y retando mi interior de manera chulesca…

Yo, realmente, lo siento en mi interior…sentirlo me provoca extrema exigencia, pautando y midiendo con precisión cada uno de mis movimientos…esta acción causa una reacción…simplemente me hace ser contumaz. Sí, rebelde y porfiado…persistente en el error. Aun mantengo la esperanza de no llegar a tener una conducta errónea, lo cual sí que me turbaría completamente…

Aun con estos antecedentes que han formado parte de mi vida, en esta ocasión el miedo, paradójicamente, no formaba parte de la escena…salvo en una curiosa cuestión: ¿Qué pasaría cuando dejase de ser consciente por inducción anestésica? Una y otra vez se repetía en mi cabeza: Y…llegado el  momento ¿qué?…donde yo ya no tengo el control y otro pilota remotamente mi existencia…

Reconozco que alguna lágrima se deslizó por mi mejilla izquierda a la entrada del gélido túnel, dónde en unos minutos sería desconectado de la realidad…tantas veces había deseado desconectarme de la realidad y descansar, que esta vez se iba a cumplir mi deseo de manera obligada…pero sin control por mi parte…juro que no era miedo…sigo convencido que era emoción…

Poco a poco percibo sensaciones de lo que pudo pasar en esa gélida sala de espera…demasiadas horas…demasiadas preguntas…demasiados sentimientos…demasiados pensamientos…

Lo que para mi fue apagar y encender las luces…para otros fue, sin blasfemar, una gran hostia…cuando alguien preguntó: ¿Es peligroso?, y alguien respondió: !Potencialmente peligroso¡…se acabó la fiesta, se acabó de disfrutar de las ostias…

Confieso que sigo descolocado, no percibo el peligro en su totalidad…sé que está ahí..pero no vivirlo conscientemente me lleva a sentir que todo ha sido un sueño…

Siento amor por los que estuvieron al tanto en la ruda sala de espera, como los que estuvieron en su propia sala de espera, menos ruda, pero también preocupante….

A todos no pude hacerles llegar la situación de lo que acontecería…el vaso se desborda y no llega para secar toda el agua que se derrama…

Un barquito de casca de nuez, adornado con velas de papel…se hizo hoy a la mar…

…he descubierto que empiezo a sentirme así… de cáscara de nuez…que no puedo ni debo controlar todo…es más…que es una quimera…

Un barquito de cascara de nuez – Miliki.

Y, ahora ¿qué?…buena pregunta…primero, soportar la pedrada…segundo, ser menos exigente con uno mismo…tercero, darle importancia a las cosas realmente con valor…

…y entre cientos de cosas… esperar que la fortuna se apiade de mi y que la mala suerte no me acompañe…y la vida no me sea indiferente…

Sigo luchando, sigo soñando, sigo esperanzado en lograr lo que con esfuerzo trabajo día a día…que son múltiples cosas y proyectos…pero no dejo de ser un barquito…de cascara de nuez…

Varios conozco que han pasado situaciones o viven situaciones infinitamente más jodidas que la mía…y les debo, por respeto, no ser derrotista…no lo soy, simplemente y nada más, necesito «mal escribir» para desahogarme y ser moderadamente feliz… expresarme…

Me debo a los míos y los míos son los que están ahí, erre que erre con la varita…al resto: ¡Que os follen!…mi indiferencia más absoluta…

Han sido muchas y variadas las muestras de cariño y de bien nacidos es ser agradecido…¡Gracias por vuestro cariño y preocupación!

…un mosquito sin miedo va en el, muy seguro de ser buen timonel, y subiendo, y bajando las olas el barquito ya se fue…navegar sin temor, en el mar es lo mejor, no hay razón de ponerse a temblar…

…ahora a volver a pedalear…no queda otra…eso sí, con casco…he de proteger mi cabeza…

Quizá mi gran defecto sea no haber aprendido a que tener todo controlado es algo descontrolado…,ahora, por imperativo lo he aprendido…pero no dejaré de cesar en el empeño de luchar…eso no…simplemente habrá  que seguir más a Sir Ernest Shackleton.

Mi última reflexión:

¡No seas frugal con el cariño que debes a los demás, no seas austero con la dilección que has de vivir!

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